14 de abril, a las 18:13
Alguien me dijo una vez que las casualidades no existen. Y, ahora, en este momento, estoy de acuerdo. ¿Quién le va a decir a uno que aquella persona que conoces de una cosa va a aparecer en la otra, o va a ser amigo de tal y cual...? Imagina por un momento que todo tiene un por qué. Así, tu y yo nos habríamos encontrado, ahora, en este preciso instante, por algo que tiene que pasar. No sé, tal vez una conversación, una mirada, un suspiro... Quién sabe si lo que digo es cierto. A lo mejor no existimos. Somos todos un sueño, en plan Los Serrano. Lo sé, pensar eso deprime bastante.
Pongamos, si no, que tu y yo hemos desafiado al destino para vernos, hemos tensado un arco sólo para coincidir. ¿Quién te dice a tí que todo esto no lo he forzado? ¿Que no sabía que teníamos a gente en común antes de hablarte por primera vez?
A lo mejor todo esto no te interesa. A lo mejor te aburres tanto que has dicho: Venga, va, voy a leer a esta paranoica que escribe sobre el destino, las casualidades y las personas.
Pero, si no, plantéate esto: ¿Por qué estás leyendo esto? ¿Cuál es la razón de que te hayas movido a hacerlo...?
13*, y buena suerte.
Pongamos, si no, que tu y yo hemos desafiado al destino para vernos, hemos tensado un arco sólo para coincidir. ¿Quién te dice a tí que todo esto no lo he forzado? ¿Que no sabía que teníamos a gente en común antes de hablarte por primera vez?
A lo mejor todo esto no te interesa. A lo mejor te aburres tanto que has dicho: Venga, va, voy a leer a esta paranoica que escribe sobre el destino, las casualidades y las personas.
Pero, si no, plantéate esto: ¿Por qué estás leyendo esto? ¿Cuál es la razón de que te hayas movido a hacerlo...?
13*, y buena suerte.